El lugar
El terreno sobre el que debíamos intervenir, forestado con pinos marítimos de gran porte, presenta un desnivel de aproximadamente 3 m en el sentido de su frente. En relación con la calle un extremo del mismo se encuentra elevado mientras que el opuesto presenta una depresión, que unas acacias de gran tamaño, ocultan de las vistas desde la calle.
El encargo
El pedido del comitente fue una casa de hormigón a la vista para ser usada durante gran parte del año, por una familia ensamblada. Era muy importante que el área social resultara de importante tamaño y también que el dormitorio principal pudiera funcionar como un sector de gran independencia y equipado como para no depender del resto de la casa. Se requirió expresamente que la casa contara con múltiples lugares de guardado ya que la idea es habitarla durante los tres meses de verano de forma continuada.
La propuesta
El relieve particular del lote, su relación con la calle y el requerimiento de un programa extenso resuelto en sectores con cierta independencia, son los temas que hacen singular a esta casa con una propuesta estético constructiva similar a las otras construidas por el estudio en Mar Azul.
Se concibió la vivienda resuelta en cuatro sectores conectados a medios niveles, por una única escalera. Esta decisión nos permitió reducir las superficies de circulación al mínimo e ir acomodando los diversos usos acompañando la pendiente natural del lote e incluso enterrando parte de los mismos, reduciendo de esta forma, la presencia de lo construido. La escalera por supuesto se transforma en el organizador no solo funcional sino espacial haciendo de nexo en aquellos espacios que se necesitan integrar. Con esta disposición volumétrica y cuidando de mantener la mayor cantidad de vegetación se consiguió dotar a la casa de la variedad y la flexibilidad de espacios requeridos sin perder independencia de uso entre los mismos y proponiendo, para todos ellos, una franca integración con el paisaje a través de aberturas que lo van enmarcando.